Tocaba hoy
escribir en el blog.
Pensaba dar mi opinión, que la daré, del absurdo e
intolerable asunto de la independencia catalana.
Cosas de la
vida, hacen que mi lento teclear haga caso a sentimientos que han aflorado en
mi esta semana, y dejen que estos se hagan dueños de las letras.
Esta semana
supe que alguien que un día pasó por mi vida marchó para siempre. Puede que no
de la mejor manera, ni rodeada de la gente necesaria y apropiada para darle el
ultimo adiós, el último beso, ante ese viaje de no retorno.
Ante un
sobresalto como este, reflexiono y me pregunto qué carajo hacemos en este
camino nuestro para dejar a un lado el calor de la familia, en qué momento nos
sentimos superior a quien para dejarnos llevar por nuestro YO más egocéntrico y
tétrico en vez de entender que cada quién es de diferente modo y forma, en vez
de tirar todo por tierra y lanzarse a lo desconocido.
Desde mi
perspectiva, pienso, que tal vez algunos de nuestros
objetivos, sueños y metas sean demasiado costosos como para dejar a un lado a
aquellos que fueron el principal pilar para construirlos.
Se, que
donde vas, te esperan, que encontrarás la paz…
Hasta siempre.