miércoles, 27 de diciembre de 2017

Feliz Año Nuevo

A las puertas de un Año nuevo el cual viene con piernas largas, por si hay que correr,  nanas con acento andaluz y un día  blanco de Mayo, pido que cada una  de sus mañanas nazcan con salud para los míos. Pido ilusión y fortaleza para afrontar las adversidades, sol y risa que templen los corazones.

Le pido fe, empeño, un poco de locura y sabor dulce y libre
 para alcanzar mis objetivos, para encontrar mi sitio, para ser yo.

Atrás queda un año de cambios, de caminos áridos necesarios de
 recorrer y de alguna que otra decepción.


Pero también quedan en mi retina días serenos, de familia y mar. 

De gente que te hace ver que si lo intentas, nada está perdido.

A las puertas de un Año Nuevo que llega me siento fuerte y dispuesta.


Deseo que todos encontremos aquello que buscamos, la felicidad.



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domingo, 3 de diciembre de 2017

No todo está perdido

Como todos los años el 3 de diciembre se celebra el día de las personas con discapacidad.

Para este año, y por decreto, se propuso tener eliminadas todas las barreras arquitectónicas de los ayuntamientos y edificios públicos procurando así un mejor acceso para todos. Más si cabe, para aquellos con discapacidad o movilidad reducida.

Cumplido prácticamente el plazo y cuatro años después de que la orden entrara en vigor, queda muy lejos el acceso universal a ciertos lugares públicos del mencionado colectivo.

Organizaciones de discapacidad han salido a la calle en señal de protesta ante esta situación.

De un tiempo hasta ahora, he podido comprobar, más si cabe aún, cuanta dificultad entraña poder entrar en dichos organismos si tienes dificultad al caminar, si vas sentado en tu silla de ruedas, scooter o cualquier motivo que te impida llegar a cualquier lugar que te propongas.

Y no solo debemos hablar de órganos oficiales. Lugares de ocio y cultura así como el transporte público también deben tener como  prioridad la eliminación de cualquier barrera a la hora de hablar de accesibilidad.

Como persona con discapacidad y movilidad reducida aplaudo el camino recorrido en esta materia.


Aún queda mucho camino que recorrer…… No todo está perdido.










viernes, 3 de noviembre de 2017

Lo que la gente enseña

A lo largo de nuestra vida son muchas  las experiencias y las pruebas por las que todas y cada una de las personas debemos pasar. A veces, sin darnos cuenta nos dejan siendo esclavos de nuestros propios miedos, inseguridades y prejuicios.

En cambio, a cada paso que damos nos encontramos, tal vez sin darnos cuenta, con personas que con sus propios ejemplos nos dan una perspectiva distinta de nosotros mismos. Nos abren  ventanas por las que entran aires nuevos, nos hacen ver de otra forma el horizonte.

Con sus experiencias, nos dan grandes lecciones, nos enseñan a ser libres, a mirar por encima de nuestros limites. Nos animan a salvar obstáculos impuestos por nosotros mismos, a no perder el tiempo en soñar y a hacer realidad todo aquello que anhelamos.


Muchas veces merece la pena subir aquellas cuestas arriba que el camino impone por conocer lo que en ellas la gente enseña.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Erase una vez

Erase una vez, un tiempo donde siendo niña todo era de locos.

Ibas a la escuela en horario de mañana y tarde y, que curioso, te daba tiempo a jugar y a la vez a hacer las tareas que los profesores, a los cuales respetabas, te mandaban para casa.

Que extraño, no teníamos videoconsolas, ni ordenadores ni tables, 
pero no nos cansábamos nunca de jugar, en la calle, sin temor a que alguien nos cogiera o nos mirara mal. La calle era de todos, ni si quiera se nos pasaba por la cabeza pensar que algo malo, salvo alguna caída o balonazo o descuido como consecuencia del juego, te pasara. Lo más extraño es que, aunque no había whatsapp, ni grupos de móviles para quedar, a las seis, nadie faltaba a su cita en el parque.

Sabíamos que las normas eran las normas, por ello, que locura, a una hora determinada, impuesta y autorizada, sin rechistar un sábado se llegaba a casa.

Tal vez eramos tontos, pues no sabíamos de la misa la media. Que gobernaba fulano o mengano, que más nos daba, nuestros noticiarios no iban más allá de Barrio Sésamo, Oliver y Benji o, si eras un poco más mayor la revista Super Pop.

Eramos necios nuestros abuelos sabían de guerra y hambre.
 Nuestros padres de frío, de dormir en una cama con sus hermanos, de sabañones, y nosotros sólo pendiente de jugar.

Ibas a dormirte con Petete. El único canal de televisión que había daba las buenas noches cerrando su emisión con el Himno de una España, unida, firme, sin brecha.

Menos mal que vino la cordura.

Ahora los pequeños ya saben de guerras y violencias.
Saben, con apenas cuatro años, si quieren ser hombres o mujeres. Saben que sus bisabuelos, o tatarabuelos vivieron una guerra y que deben odiar a quien quiera que la empezó.

Se pasan los días encerrados en casa, y tras ese trauma de hacer 
los deberes que sus profesores, a los que, si dan una voz un poco fuera de tono se les hecha el mundo encima, les ordenan hacer. Juegan con sus videoconsolas. Contactan con el mundo exterior vía móvil. Se van a la cama con el edredonign del canal de turno. Se ponen, adoctrinados, al frente de la rebelión.

Me da pavor saber que en pleno siglo XXI teniendo todo, todo falta. 
Pudiendo ser libres y solidarios con los demás nos convertimos en esclavos y egoístas de nuestras propias preferencias, ideas, sentimientos y valores transmitiéndoselas a los más jóvenes, a aquellos que vienen pisando fuerte.

¿Qué será de ellos?

jueves, 7 de septiembre de 2017

Se va el verano

Se va el verano. 
Un verano para mí en modo “pause” donde el reposo y el sosiego un tanto obligados han sido mi única meta.

Se va un verano que, aunque de forma pausada, me ha permitido ver
 atardeceres en paraísos desconocidos, hermosos, frente al mar, de la mano de los que siempre quedan, de los que están.

Un verano de mañanas serenas, tardes de charlas y noches de barrio.

Se va un tiempo en el que he recobrado fuerzas perdidas. 
He vuelto marcha atrás a la casilla de salida, sabiendo esta vez que la mochila va cargada de experiencias y herramientas necesarias para la próxima partida.
En este retroceso he aprendido a dejar ir sueños que por mucho que
se luchen son imposibles, sobre todo si borran sonrisas. 
A tomar decisiones que, aun no siendo del agrado de todos, suman en mi vida. A ser más fuerte. A intentar en vez de esperar.

Se va un verano en el que se tambaleo mi fe y ahora busco ansiosa su equilibrio, Su mirada.


Y ahora que el otoño llega me siento firme para acatar su rutina.


No sé que traerá… Pero estoy lista para empezar.


sábado, 1 de julio de 2017

La guitarra


Suena la guitarra
Desde un balcón cualquiera,
Despide al sol que ya se va.
Y me deleito aquí.
Entre su música, la brisa y el mar
Suena suave, guitarra
Desde un balcón cualquiera,
Mis pensamientos haces volar.



                                                                       ¡¡Feliz verano!!

jueves, 25 de mayo de 2017

Historia de un sueño


Pasó la vida, y los años con ella.

 Pasó la vida luchando por un sueño,  olvidando cualquier cosa que  puso  la vida. Solo  vivió para el sueño, Se formó, educó y perfiló su vida aferrándose a ese objetivo, creyendo que si no se cumplía, jamás le encontraría sentido  a su  existencia.

Vio como pasaban los años y los demás encontraban sus anhelos, que eran felices con sus sueños entre las manos, que sus vidas tenían sentido.
Se sintió un ser pequeño, desdichado, inútil. Su deseo no llegaba… jamás sería feliz.

Una mañana de un mes cualquiera a su puerta llegó su sueño. Como un torrente de vida y fe.

Olvidó su vida y se sintió feliz, un ser dichoso, útil. Su existencia encontró sentido.
En su sueño maduró, se hizo grande y fuerte. Aprendió a vivir, a tener fe. Viajó en tren. Contó una fábula, llegó a hermosos destinos.

Luchó incansable por conservar su sueño. Vivió por y para el.

Hasta que un día el sueño decidió marchar.

Ambos se despidieron con cariño. Había sido intenso el sueño.

Y ahora volviendo a su vida se dio cuenta que antes del sueño jamás fue un ser desdichado ni inútil. Nunca fue pequeño. Que si tenía sentido su existencia. Que siempre fue feliz.

Descubrió que la felicidad, la vida y la existencia no dependen de un sueño, no se enganchan a nada. 

Que no existe un sueño sino miles. Vienen y van
Que no importa más el sueño que su vida

Que la vida es un sueño

Y los sueños, sueños son

miércoles, 22 de marzo de 2017

Por un futuro de iguales


Ahora que nos ronda el 19 de marzo, día del padre y 
que en poco más de un mes también celebraremos el día de la madre reflexiono sobre la importancia de estos en la educación del niño.

Sobran palabras. Ellos son la base primordial de todo. El primer cimiento del  mañana. El presente del futuro.

Nadie es quién para juzgar la forma de educar a los hijos de cada uno. Unos lo harán mejor, otros se equivocarán. Pero el fin de esa educación  siempre será lo mejor para nuestros hijos.

Sin embargo, muchas son las cosas que se nos escapan.

En la actualidad se ha implantado entre las asignaturas de lenguaje, matemáticas o sociales el llamado bullying o acoso entre compañeros. De todos es sabido que siempre ha habido niños que en mayor o menor medida destacaban o pasaban desapercibidos de entre sus compañeros.

Pero no logro entender como de un tiempo a aquí nos salta cada día la noticia de este tipo de abuso entre chavales, niños cuyo único objetivo en ese momento de sus vidas debería ser estudiar y hacer lazos sociales con sus compañeros que les lleven a un mañana que merezca la pena y tenga sentido.

En una conversación a cerca de este tema salió a la palestra el exceso que hoy en día hay de todo.

 Teléfonos y redes sociales al alcance de un uso, tal vez temprano y no corregido. El absorbente día a día de los padres por esmerarse en que a sus hijos hoy en día no les falte de nada, olvidándose, tal vez, de que lo que realmente necesitan es un poco más de eso que de  antaño llamábamos sentarse a la mesa, hablar de inquietudes y problemas,  de no tener prejuicios ni rivalidades, de  enseñar a jugar… simplemente jugar con los demás, avivan la necesidad de sentirse protagonistas y superior que los otros hasta el punto de no reparar en las humillaciones, vejaciones y tristemente agresiones que pueden ser cometidas.


Ahora que nos rondan el día del padre y que en poco más de un mes celebraremos el día de la madre, regalemonos a todos la posibilidad de construir un futuro de iguales, de competencias sanas que tiendan puentes y lazos. Que sepan alcanzar unidos horizontes muy muy lejanos.

martes, 28 de febrero de 2017

Buenas Iniciativas de Negocio

Esto de andar trabajando te lleva, de vez en cuando a los lugares más desconocidos, pero a la vez más interesantes que te puedes encontrar.

Desde muy temprano, desafiando al reloj, un nutrido número de empresarios bajo el lema los que dan, recibirán, semanalmente, se reúne para intercambiar impresiones, opiniones y formas de trabajo con, a mi modo de ver, el objetivo de que el mundo empresarial, autónomo, aquel que da pulso a la sociedad vuelva a plantearse horizontes y perspectivas de futuro tras una época dura de crisis y hastío.

Asustada, temiendo que la rigidez de aquellos que se reúnen fuese tan estricta como su horario, pude sorprenderme ante un ambiente formal pero a la vez distendido, de camaradería.

Como la fuente del negocio surge entre cafés y tostadas. Como en un guion marcado queda siempre lugar para felicitar al compañero, al amigo, por su cumpleaños. Como se llevan siempre los colores del pueblo, el azulgrana.

Hay quien piensa que de estos grupos poco se saca, que son un timo, que no sirven de nada.


Tal vez deberían ser invitados, dejarse invitar. No para conocer el origen de ese mundo llamado empresa negocio o busines sino para entender que lo que realmente importa es lo más común, lo más sencillo. 
Las relaciones sociales, la base primordial de todo.

sábado, 4 de febrero de 2017

Red-Fe

Mueve montañas la fe, la esperanza de algo que vendrá y será mejor

Muchas veces en la vida sentimos que subimos cuestas arriba en medio de tinieblas de dudas sin saber a donde nos llevará el miedo, la preocupación o la frustración.

Hay algo, sin embargo, un ritmo, que hace que ese andar en el camino no pare.

A esa cadencia, a esa sinfonía imparable yo la llamo fe, 
y estoy segura de que es algo  intrínseco del ser humano.
Algunos enlazan este singular motor de vida a las creencias, otros al destino. Otros simplemente se niegan a reconocerla entre sus días.
Soy de las que cree que esa fe existe, que tira de nosotros, como una fuerza magnética, hacia adelante

Dicen que la fe es como la Wi-fi: Tiene el poder de conectarte a todo lo que necesitas…

Conectémonos pues a ella