Trato de buscar el
sentido al porqué de la sin razón y la barbarie de los atentados que han sido cometidos
en estos últimos tiempos.
Atentados en París, Bruselas,… decapitaciones, torturas,
violaciones, pasa a diario ante nuestros ojos incapaces de reaccionar ante tan
crueles hechos.
Me pregunto en nombre de qué, quien y por qué el ser humano
es capaz de generar tanto odio hacia un semejante.
Soy de las que piensa que ningún Dios estaría a favor de
cualquier matanza o ultraje en su nombre, que la virtud del ser humano está en
la diferencia entre sus iguales, y que la libertad es el mayor de los regalos que mi Dios cristiano, el dios musulmán, el budista o quien sea nos han dado a todos
para usarlo, con la única premisa del respeto hacia los demás.
De esa libertad, pienso, nace la cultura y dentro de esta la
diversidad, la diferencia, aquello que hace distintos a sus pueblos, a sus
gentes.
No entiendo pues la cobarde imposición violenta de culturas
e ideologías, a mi modo de ver, distorsionadas en pro de la destrucción de
otras.
Ante tal estropicio apelo a la lucha limpia contra el terror.
A reafirmar con fuerza nuestro modo de
vida, a plantarles caras unidos, valientes y con fe, democracia y justicia,
sobre todo, justicia.