Ahora que
nos ronda el 19 de marzo, día del padre y
que en poco más de un mes también
celebraremos el día de la madre reflexiono sobre la importancia de estos en la
educación del niño.
Sobran
palabras. Ellos son la base primordial de todo. El primer cimiento del mañana. El presente del futuro.
Nadie es
quién para juzgar la forma de educar a los hijos de cada uno. Unos lo harán
mejor, otros se equivocarán. Pero el fin de esa educación siempre será lo mejor para nuestros hijos.
Sin embargo,
muchas son las cosas que se nos escapan.
En la
actualidad se ha implantado entre las asignaturas de lenguaje, matemáticas o
sociales el llamado bullying o acoso entre compañeros. De todos es sabido que
siempre ha habido niños que en mayor o menor medida destacaban o pasaban
desapercibidos de entre sus compañeros.
Pero no logro
entender como de un tiempo a aquí nos salta cada día la noticia de este tipo de
abuso entre chavales, niños cuyo único objetivo en ese momento de sus vidas
debería ser estudiar y hacer lazos sociales con sus compañeros que les lleven a
un mañana que merezca la pena y tenga sentido.
En una
conversación a cerca de este tema salió a la palestra el exceso que hoy en día
hay de todo.
Teléfonos y redes sociales al alcance de un
uso, tal vez temprano y no corregido. El absorbente día a día de los padres por
esmerarse en que a sus hijos hoy en día no les falte de nada, olvidándose, tal
vez, de que lo que realmente necesitan es un poco más de eso que de antaño llamábamos sentarse a la mesa, hablar
de inquietudes y problemas, de no tener
prejuicios ni rivalidades, de enseñar a jugar…
simplemente jugar con los demás, avivan la necesidad de sentirse protagonistas
y superior que los otros hasta el punto de no reparar en las humillaciones,
vejaciones y tristemente agresiones que pueden ser cometidas.
Ahora que
nos rondan el día del padre y que en poco más de un mes celebraremos el día de
la madre, regalemonos a todos la posibilidad de construir un futuro de iguales,
de competencias sanas que tiendan puentes y lazos. Que sepan alcanzar unidos
horizontes muy muy lejanos.