jueves, 25 de mayo de 2017

Historia de un sueño


Pasó la vida, y los años con ella.

 Pasó la vida luchando por un sueño,  olvidando cualquier cosa que  puso  la vida. Solo  vivió para el sueño, Se formó, educó y perfiló su vida aferrándose a ese objetivo, creyendo que si no se cumplía, jamás le encontraría sentido  a su  existencia.

Vio como pasaban los años y los demás encontraban sus anhelos, que eran felices con sus sueños entre las manos, que sus vidas tenían sentido.
Se sintió un ser pequeño, desdichado, inútil. Su deseo no llegaba… jamás sería feliz.

Una mañana de un mes cualquiera a su puerta llegó su sueño. Como un torrente de vida y fe.

Olvidó su vida y se sintió feliz, un ser dichoso, útil. Su existencia encontró sentido.
En su sueño maduró, se hizo grande y fuerte. Aprendió a vivir, a tener fe. Viajó en tren. Contó una fábula, llegó a hermosos destinos.

Luchó incansable por conservar su sueño. Vivió por y para el.

Hasta que un día el sueño decidió marchar.

Ambos se despidieron con cariño. Había sido intenso el sueño.

Y ahora volviendo a su vida se dio cuenta que antes del sueño jamás fue un ser desdichado ni inútil. Nunca fue pequeño. Que si tenía sentido su existencia. Que siempre fue feliz.

Descubrió que la felicidad, la vida y la existencia no dependen de un sueño, no se enganchan a nada. 

Que no existe un sueño sino miles. Vienen y van
Que no importa más el sueño que su vida

Que la vida es un sueño

Y los sueños, sueños son